La integración de datos aumenta la eficiencia operativa de hospitales

Las instalaciones dedicadas a prestar servicios de salud están entre los ambientes que más requieren un uso intensivo de energía. Funcionan las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año. Por ello, deben seguir regulaciones estrictas, además de mantenerse en buenas condiciones para la seguridad de los pacientes y el cumplimiento de la normatividad.

Mejorar la eficiencia y productividad de los hospitales es una necesidad. Aumentar el ritmo en el que los centros de salud implementan nuevas tecnologías les ayudará a alcanzar estos objetivos.

Schneider Electric, especialista mundial en gestión de energía y automatización, encontró una serie de factores que ayudarán a mejorar temas sensibles en el ámbito hospitalario. Por ejemplo, los administradores de las instalaciones necesitan acceso inmediato a la información de infraestructura para asegurar el confort y la seguridad de los pacientes, el personal y los visitantes.

Los sistemas de construcción de los hospitales son mucho más complejos que otro tipo de instalaciones, con activos mucho más móviles. A menudo, el personal de mantenimiento no tiene la información de una inconsistencia del sistema o del mal funcionamiento hasta que alguien ajeno a su función lo informa. Esto podría retrasar el tiempo de respuesta.

Muchos gerentes de instalaciones son conscientes de los desperdicios de energía que ocurren todos los días en habitaciones y quirófanos. Por ello, están en la búsqueda de soluciones que les permitan optimizar su operación dentro de sus extensos campus, ya que no hay suficientes horas en el día o personal para asegurarlo, por ejemplo, que se apaguen las luces en habitaciones ya desocupadas o que las temperaturas sean las adecuadas.

Entonces, ¿cómo pueden los administradores abordar estos desafíos? La respuesta está en los datos e información que se encuentra justo delante de ellos.

Una alternativa es el sistema de gestión del edificio (BMS), el cual proporciona un enorme valor, ya que agrega lo que normalmente son datos dispares para descubrir ineficiencias y alertar al personal de los problemas que tienen los equipos e instalaciones. Sin embargo, el BMS típicamente carece de visión sobre un componente crítico del entorno sanitario: su población de pacientes en constante evolución.

Allí entran a jugar un papel fundamental los sistemas de Admisión, Descarga y Transferencia (ADT), que son los encargados de las idas y venidas de la información de los pacientes y pueden ser utilizados por el personal para ofrecer nuevas oportunidades de ahorro de energía, productividad de las labores y la satisfacción de los pacientes.

En ese momento se empieza a integrar la información para cumplir con el objetivo. La tecnología actual permite a los administradores aprovechar los datos críticos de ocupación de habitaciones, que hasta ahora no se habían aprovechado al máximo. La clave es compartir información a través de una interfaz de Nivel de Salud 7 (HL7) que garantiza el cumplimiento de las normas internacionales de seguridad sanitaria y de privacidad del paciente.

Usando HL7, los colaboradores de las instalaciones pueden crear interoperabilidad entre el BMS de un hospital y sus sistemas de planificación clínica, limpieza y el ADT. Por ejemplo, una solución de optimización del entorno clínico puede compartir el estado de ocupación de las salas de pacientes y los quirófanos con el BMS, que luego establece salas a puntos predeterminados para HVAC y la iluminación durante la vacante para lograr ahorros de energía durante los tiempos no ocupados. El BMS vuelve a poner el cuarto en funcionamiento cuando recibe una notificación de que el paciente regresará o cuando se ha asignado una habitación para mantener el ambiente óptimo para la curación del paciente.

Schneider Electric indica que al poner este nivel de integración se conduce a una serie de beneficios que incluyen:

• Ahorro de energía: los administradores de instalaciones pueden reducir el uso de energía en habitaciones vacías durante largos períodos y tomar decisiones más informadas sobre cómo manejar las condiciones de las habitaciones.
• Mejora de la productividad del personal: los colaboradores de mantenimiento y limpieza obtienen productividad al saber cuándo pueden programar el trabajo en los cuartos de manera conveniente cuando están libres.
• Mayor satisfacción: los pacientes tienen la capacidad de especificar su temperatura ambiente preferida durante el proceso de admisión o controlarla a través de una aplicación móvil.

Un cambio puede tener un gran impacto en la cantidad de energía que una instalación consume y teniendo beneficios directos en el presupuesto operativo. Solo el 20 por ciento de ahorro de energía puede economizar hasta casi dos millones de dólares al año para un hospital de 250 camas. Ese dinero puede reinvertirse en una variedad de formas, como nuevos servicios clínicos.

Más de la mitad (54 por ciento) de los ejecutivos de atención médica clasifican la experiencia de los pacientes y su satisfacción en tres prioridades. Para los proveedores de atención médica, hay mayor valor en la entrega de una experiencia de alta calidad, positiva y atractiva. Por ejemplo, un hospital con ingresos anuales de 120 millones de dólares puede mejorar la satisfacción y realizar un estimado de $ 2,2 millones a $ 5,4 millones en ingresos adicionales al año.