La ciberseguridad ha dejado de ser una simple preocupación técnica para convertirse en un imperativo estratégico en el entorno empresarial contemporáneo. En la era digital, donde la información es el activo más valioso, las empresas enfrentan retos significativos al resguardar sus datos confidenciales y los ataques cibernéticos se han vuelto cada vez más sofisticados, abriendo la puerta a amenazas que podrían comprometer la estabilidad de las operaciones empresariales. En 2024, la ciberseguridad no es solo una cuestión de protección, sino un pilar fundamental para el desarrollo sostenible de las empresas.