Mantenimiento y limpieza en remoto de sistemas de detección de incendio de Bosch

Ya hemos dedicado algunas páginas en este medio para hablar de tecnología en detección contra incendios, su evolución y su adaptación a la protección en escenarios desafiantes como el actual, pero, ¿qué pasa después que el sistema ha sido instalado satisfactoriamente?

Casi tan importante como escoger un sistema que haga detección confiable y oportuna es que lo haga durante el mayor tiempo posible, y es justamente en esta última misión en donde suele haber fallas.

Cuando se diseña un sistema de detección, los clientes suelen tener un objetivo en mente (aparte de encontrar el mejor precio), a saber: es obtener un rápido nivel de respuesta con el menor número de falsas alarmas. 

Una respuesta rápida es clave para poder evacuar de forma segura a los ocupantes de un edificio y minimizar la afectación a la propiedad en caso de un incendio. 

Para la detección, se suele usar una combinación de dispositivos iniciadores automáticos (como los sensores de humo o los de temperatura) y manuales (como las estaciones de alarma) que envían sus señales a un panel central que, tras un procesamiento, se encarga de activar en sitio los mecanismos de notificación por audio o video. Eso está bien. El problema radica en que, después de que se ha cerrado el proceso de instalación del sistema, los clientes suelen olvidar que lo adquirieron. Y, en cierta forma, eso también está bien, pues un buen sistema de incendio debe ser capaz de ignorar los factores de falsas alarmas y manifestarse únicamente ante un evento de incendio real, por lo que, en condiciones ideales, deberían pasar semanas, meses sin que se sienta la presencia del sistema de detección. 

Pero, como se dijo al principio, es muy importante garantizar que el sistema funcione por el mayor tiempo posible.

Las regulaciones locales e internacionales exigen implementar una completa rutina de mantenimiento periódico de los sistemas de detección de incendio para garantizar la correcta operación del sistema y minimizar el riesgo a la vida de los ocupantes.

Para el caso de Colombia, es necesario remitirse a lo que se indica en NFPA 72, Código Nacional de Alarmas: “a fin de asegurar la integridad operacional, el sistema debe contar con un programa de inspección, prueba y mantenimiento” (NFPA 72, 2016) y, algo muy importante, que “el dueño de la propiedad o edificio o sistema, o el representante designado por el propietario, debe ser responsable de la inspección, prueba y mantenimiento del sistema y de las alteraciones o agregados que se le hicieran a este sistema” (NFPA 72, 2016). 

Empecemos por aclarar estos conceptos:

Inspección

Labor visual que permite verificar que no haya cambios en sitio que afecten el desempeño de los equipos (obstrucciones, daños físicos, elementos retirados, etc).

Prueba

Verificación del funcionamiento de los equipos a través de activaciones, comprobando sus funciones y características.

Mantenimiento

Atender los equipos que presenten novedades durante las fases de inspección y prueba.

Las labores de inspección y prueba tienen unas recomendaciones de metodología y periodicidad de acuerdo al tipo de dispositivo, que pueden consultarse en las tablas 14.4.3.1 y 14.4.3.2 del mencionado código (disponible en www.nfpa.org). 

En cuanto al mantenimiento, se indica que los equipos del sistema deben ser mantenidos de acuerdo con las instrucciones del fabricante y que la frecuencia de mantenimiento y limpieza de los equipos del sistema debe depender del tipo de equipo y de las condiciones locales del ambiente.

Suciedad, el principal enemigo de los sistemas de detección de incendios 

Con el tiempo, los detectores de humo tienden a acumular polvo en su recámara de detección, esto puede afectar la capacidad de identificar la presencia de humo de forma adecuada o causar alarmas no deseadas. 

Para minimizar estos efectos, los sensores suelen incluir una tecnología denominada “compensación de desviación”, que les permite conservar sus capacidades de detección modificando activamente el umbral de disparo, lo que contrarresta el efecto de la acumulación mencionada. 

Pero, llega un punto en el que la tecnología no es suficiente y se debe intervenir el detector. 

Los sensores de humo Bosch cuentan con la capacidad de indicar al panel  el momento en el que el nivel de suciedad ha alcanzado el valor límite (inclusive los de tecnología convencional). 

Adicionalmente, facilitan mucho el trabajo del integrador, dado que cuentan con una válvula en la parte trasera que permite inyectar aire comprimido y limpiar el detector “de adentro hacia afuera”.

 Imagen 1. Localización de la válvula de limpieza

Esta característica permite sacar por completo la suciedad que hay dentro de la recámara, a diferencia del método tradicional, en el que se sopla “de afuera hacia adentro”. 

Mejor aún, elimina la necesidad de desarmar el detector con las implicaciones que eso puede tener, como la ruptura accidental del dispositivo o la pérdida de la garantía.
Imagen 2. Lata de aire comprimido y aplicación del producto 

En algunas ocasiones esto no es suficiente. Es más, no es aceptable. Aplicaciones en cuartos limpios, como salas de cirugías, requieren que no existan superficies cerradas en las que pueda haber contaminación, adicionalmente se requiere de una mayor facilidad en la limpieza. 

Para este tipo de escenarios, Bosch cuenta con su línea de detectores invisibles cuya tecnología permite que la recámara de detección sea “virtual” entregando al cliente una superficie plana muy fácil de limpiar.

Imagen 3. Sensor óptico invisible

La proliferación de dispositivos electrónicos que emiten radiación electromagnética ha probado ser la causante de una buena proporción de falsas alarmas en las instalaciones. 

Este tipo de contaminación no se puede limpiar, pero si combatir. La familia de sensores Avenar es la única en el mercado que permite un monitoreo puntual del nivel de contaminación electromagnética presente en el sitio donde está instalado cada sensor. 

Con esta información, es posible tomar medidas como alejar las fuentes de contaminación (balastros, routers inalámbricos, parlantes, etc.) o reubicar el detector.

Imagen 4. El sensor Avenar de Bosch es capaz de monitorear contaminación electromagnética  

¿Cómo apoyar las labores de mantenimiento en remoto de los sistemas de incendio?

La situación actual ha obligado a cambiar las rutinas de inspección, prueba y mantenimiento, ahora, las herramientas remotas se convierten en poderosos aliados para llevar a cabo estas labores. 

En otras publicaciones hemos visto que los servicios remotos en aplicaciones como hospitales permiten a los integradores obtener reportes detallados del estado del sistema, corregir fallas de programación, programar y hacer seguimiento de pruebas y recibir alertas en casos de malfuncionamiento de equipos, todo esto sin moverse de casa. 

Este tipo de ayudas tecnológicas permiten estar siempre al tanto y ser más asertivos en los procesos de inspección, prueba y mantenimiento de todos los componentes de un sistema de detección; hasta aquí hablamos especialmente de los detectores, pero la misma filosofía aplica para paneles y sus baterías, estaciones manuales, circuitos de notificación, etc.

Es importante estar permanentemente actualizado acerca de los requerimientos de entidades especializadas como NFPA y, ante cualquier duda relacionada con los procedimientos sobre los equipos, no dude en consultar con el fabricante.