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Alternativas de detección de incendio de Bosch para el vertical de industria
Protección a la vida y continuidad del negocio, ¿cómo alcanzar los dos objetivos en un vertical tan desafiante como el de industria? Conozca las alternativas con las que cuenta Bosch para los distintos retos de diversas industrias en relación con la detección de incendios.
En artículos pasados hemos dedicado un espacio para las novedades y recomendaciones de detección de incendio en ambientes hospitalarios. Hoy, el turno es para la vertical de industria.
Cuando se habla de detección de incendio en un ambiente industrial, el primer paso a seguir, al igual que en cualquier tipo de proyecto, es clasificar la edificación.
Para ello podemos utilizar el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente, NSR-10, o el Código de Seguridad Humana, NFPA 101, para aquellos que prefieren los códigos internacionales.
En el caso de utilizar nuestro código local, el título K acerca de requisitos complementarios, define en la sección K.2.5 el grupo de ocupación fabril e industrial (F): las edificaciones o espacios utilizados en la explotación de materia prima, fabricación, ensamblaje, manufacturación, procesamiento o transformación de productos, materiales o energía.
Grupo que a su vez se divide en dos subgrupos: los de riesgo moderado (F-1) y riesgo bajo (F-1), de acuerdo con la naturaleza de sus operaciones o de los materiales involucrados.
En las siguientes tablas podemos ver algunos ejemplos de tipos de edificaciones para cada uno de estos dos subgrupos:
Luego, debemos buscar los requisitos en protección contra incendios para este tipo de ocupaciones y para ello nuevamente nos remitimos a NSR-10, pero en este caso al Título J – Requisitos de protección contra incendio en edificaciones, que en la sección J.4.2.3 nos indica que “las edificaciones que se clasifiquen en el Grupo de Ocupación F (fabril e industrial) deben estar protegidas por un sistema de detección y alarma de incendio diseñado tomando como referencia la norma NFPA 72”.
Con base en lo anterior, podemos intuir que las condiciones que debe enfrentar un sistema de detección y alarma de incendios en este tipo de ocupación pueden ser muy diversas e igualmente desafiantes, a diferencia de espacios más estables como los edificios de oficinas o de índole residencial.
Es por ello que el papel del diseñador, su experiencia y conocimiento de las tecnologías disponibles tienen acá una importancia especial. Revisemos algunos de los factores que se pueden considerar y cómo afrontarlos:
1. Temperatura
La estratificación puede impedir que el humo alcance a los sensores tradicionales típicamente instalados en el techo
Reto
Este desafío tiene la misma importancia tanto para condiciones de temperaturas altas como bajas.
En ubicaciones en las que la temperatura al interior de la edificación sea alta, bien sea por condiciones geográficas o como resultado de los procesos que se desarrollan allí (fundido de materiales, aprovechamiento de vapor, etc), se pueden presentar falsas alarmas en los sensores de tipo térmico, especialmente cuando se encuentran adosados a techos metálicos.
Adicionalmente, la presencia de aire caliente en las áreas contiguas al techo puede generar un efecto conocido como estratificación, una especie de “colchón” que crea un límite virtual por encima del cual el humo no seguirá ascendiendo, dado que su temperatura será igual o inferior a la de dicho colchón.
Esto traerá como resultado que algunos elementos de detección, como barreras fotoeléctricas (que son muy comunes en este tipo de espacios) que se encuentren por encima de ese límite virtual no servirán para hacer detección.
Por otro lado, en áreas de temperatura considerablemente baja (como cuartos fríos, cavas y similares) se deberán sortear otros inconvenientes.
Los sensores puntuales típicamente trabajan en rangos de temperatura que arrancan en los 0 °C, por lo que no serían una alternativa para aquellos sitios refrigerados con temperaturas inferiores a este valor.
La baja temperatura genera que la humedad del sitio se condense sobre los detectores y que se generen posibles daños eléctricos. Acá también se puede tener estratificación, pero por una razón distinta, el humo puede ser enfriado rápidamente por la temperatura presente en el sitio, impidiendo que continúe con su movimiento ascendente.
Alternativas de detección
Para condiciones de alta o baja temperatura una buena alternativa es el uso de sistemas de aspiración.
La disposición de la tubería en sitio puede ser ajustada para vencer el fenómeno de estratificación, el material de la misma es más inmune a las condiciones de temperatura y no se ve afectado por la condensación, dado que no transporta ninguna señal eléctrica.
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2. Presencia de polución
Industrias como la alimenticia deben lidiar con alto niveles de material particulado en el ambiente
Reto
La presencia en el ambiente de material particulado, una mezcla de partículas líquidas o sólidas de origen orgánico o inorgánico, suele ser un problema para los sistemas de detección que basan su principio de operación en la obscuración de una recámara (sensores puntuales) o un haz infrarrojo (barreras de haz proyectado) pues dichas partículas se convierten en factores frecuentes de falsas alarmas.
Adicionalmente, la acumulación de partículas genera la necesidad de limpiar con frecuencia, en ocasiones en ubicaciones que no son de fácil acceso.
Ambas condiciones generan un incremento en costos asociados a interrupción de labores y programación reiterada de mantenimientos, así como una pérdida en la confianza operativa del sistema.
Alternativas de detección
La tecnología de detección de incendio permite enfrentar esta problemática. Los algoritmos de detección al interior de la cámara han sido desarrollados para analizar condiciones de humo por su densidad, turbulencia, color, movimiento, entre otros factores, lo que la hace prácticamente inmune a falsas alarmas por condiciones de alta contaminación en el ambiente.
Adicionalmente, instalándola dentro de un housing adecuado se garantiza su protección frente a la suciedad y se facilitan enormemente sus labores de mantenimiento.
3. Áreas clasificadas
Instalaciones donde se trabaja con líquidos combustibles suelen tener áreas de instalación limitada de equipos
Reto
Las áreas clasificadas se definen en términos de clase, división y grupo.
La Clase I agrupa las aplicaciones como refinerías e industrias químicas donde hay tiene presencia de gases o vapores en cantidad suficiente para representar un peligro de explosión
La Clase II se refiere a aplicaciones como industrias de alimentos y bebidas, en las que el riesgo está dado por la presencia de polvos combustibles
Finalmente, en la Clase III, entran aplicaciones como industrias textileras y aserraderos donde suelen estar presentes fibras volátiles y combustibles.
En general, la presencia de materiales combustibles en el ambiente limita el tipo de equipos electrónicos que se pueden instalar y condiciona las distancias a las que se pueden tener.
Alternativas de detección
Sensores especiales, como los sensores de llama, o tradicionales, como los sensores de humo puntuales, suelen estar disponibles en versiones especialmente diseñadas para su trabajo en áreas clasificadas.
Esto permite hacer detección dentro de la zona sin representar un peligro para las personas o la industria misma.
Los detectores de llama se utilizan para detectar llamas abiertas en interiores o exteriores y responden a la luz emitida por las llamas durante la combustión. Son especialmente adecuados para incendios por gas o líquidos sin humo no detectables a simple vista, así como para incendios de materiales que contienen carbono con grandes emisiones de humo.
Bosch cuenta en su portafolio con el sensor de llama 016519, un detector de llama IR3, antideflagrante, en color rojo, Apto para áreas Ex de las zonas 1, 21, 2 y 22 (certificación ATEX e IECEx).
4. Combustibilidad de los materiales
Los materiales utilizados para la fabricación de colchones son un gran ejemplo de alto nivel de combustibilidad
Reto
La combustibilidad de un material mide la facilidad con la que este se incendia y depende principalmente de sus propiedades químicas (composición) y su relación superficie/volumen (a mayor área de superficie, mayor capacidad de arder).
Mención especial merecen acá los polvos combustibles, pues cuando están suspendidos en el aire, las finas partículas de polvo combustible presentan un potencial de explosión considerable, incluso cuando ya se ha acumulado sobre las superficies.
La madera, los plásticos y algunos metales son también ejemplos de materiales sólidos combustibles. En aplicaciones de industria es frecuente la manipulación y almacenamiento de estos materiales lo que plantea una necesidad clara: se requiere una detección temprana que permita una respuesta oportuna pues cada segundo cuenta.
Alternativas de detección
Una detección temprana puede lograrse combinando tecnologías como la detección de incendio por aspiración, que permite detectar rápidamente partículas de humo (inclusive en fase de pirolisis), gracias a su tecnología de circulación activa de aire y su facilidad de ubicación cerca a las áreas críticas y la detección de incendio por video que permite detectar no solo condiciones de humo sino también de llama desde su fuente de origen, ofreciendo además una posibilidad de verificación visual oportuna y conectividad con sistemas de administración que alerten al personal encargado.
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