Universidades incorporan soluciones de control de acceso sin contacto en sus planes de seguridad

La protección de estudiantes y del personal en los campus universitarios ha sido una máxima prioridad tanto para los administradores de estos lugares como para la industria de la seguridad. 

El mercado de la educación superior ha trabajado de forma rápida para poner en marcha políticas y tecnologías de seguridad adicionales, a fin de prevenir los riesgos y la destrucción durante protestas, así como para identificar y enfrentar los disturbios en los campus.

En general, el objetivo de seguridad de las últimas décadas en las universidades ha sido el mismo: mantener la seguridad de los estudiantes, del personal docente y de los visitantes en todo momento, desde que entran a un campus o a alguno de sus edificios (cafeterías, dormitorios, instalaciones de gimnasia, aulas, etc.). 

Para conseguirlo, muchas universidades han hecho importantes inversiones en los sistemas de control de acceso y vigilancia en sus campus.

Por ejemplo, han implementado tecnología inteligente de lectura de tarjetas en las puertas exteriores de los edificios de las residencias, de modo que solo los estudiantes que viven en ese edificio en particular pueden entrar.

También se han instalado este tipo de controles como reemplazo de las cerraduras tradicionales en los laboratorios.  

Otra medida que han adoptado es usar un mayor número de cámaras de vigilancia para ayudar a monitorear el interior de edificios, estacionamientos y otras áreas exteriores de uso común, para que así el personal encargado de la seguridad de la institución pueda detectar y responder a un problema de forma rápida.

Debido a que hoy en día las instituciones enfrentan una tarea adicional —garantizar la salud de sus estudiantes y del personal en un mundo en el que convivimos con la COVID-19—, las universidades han comenzado a implementar tecnologías de seguridad adicionales o a modernizar las soluciones de seguridad existentes para que sean compatibles con un entorno sin contacto. 

Control de acceso integrado y sin contacto

El control de acceso integrado y sin contacto es una solución que puede ayudar a minimizar los puntos de contacto sin obstruir el flujo de personas que circula por los edificios del campus. 

Esta solución combina un sistema de control de acceso con una cámara de vigilancia, de este modo se elimina la necesidad de que una persona presente una credencial física al entrar a un edificio y la reemplaza por tecnología de reconocimiento facial.

En este caso, las personas entran a un área determinada y el sistema detecta e identifica cada uno de los rostros mediante una búsqueda en la base de datos en la que se verifica si hay una coincidencia en el sistema con alguien que tenga permitido el ingreso. 

Cuando se combina este sistema con la tecnología de entrada por puertas automáticas se elimina por completo la necesidad de tocar cualquier objeto para entrar, como un teclado o picaporte.

Esta solución puede ser especialmente útil en las áreas con mucho tráfico de personas, como la entrada principal de un edificio de aulas, en donde se reúnen una gran cantidad de personas para ir a clases a una misma hora. 

Credenciales sin contacto

En un esfuerzo por eliminar los puntos de contacto, las universidades están reemplazando los sistemas de entrada con teclado por dispositivos sin contacto, como las lectoras de tarjetas inteligentes, que ofrecen una opción “manos libres”. 

Las credenciales para estas lectoras pueden incorporarse fácilmente como parte de la tarjeta de identificación de cualquier docente o estudiante.

Por lo general, la tarjeta inteligente se escanea en una lectora en la puerta y se envía una señal al sistema de control de acceso para permitir o denegar el ingreso, por ejemplo, en función de si la persona tiene permiso para entrar al edificio los fines de semana. 

También se denegaría el acceso si la tarjeta deja de tener validez. Esto es muy útil para administrar de  forma segura el acceso para los estudiantes que necesiten usar el laboratorio de ciencias los fines de semana o por la noche. 

Por otra parte, el teclado es algo que deben tocar muchas personas, lo que aumenta el riesgo de propagar gérmenes si no se limpia después de cada uso. 

Muchas instalaciones de gimnasia de los campus han implementado la tecnología de tarjetas inteligentes para saber quiénes están usando estas áreas en un determinado momento. 

Esto puede alertar al personal de seguridad en caso de que una persona entre sola a las instalaciones y no salga durante mucho tiempo, lo que puede ser indicio de algún problema médico o de seguridad.

Credenciales móviles

Si bien este tipo de credenciales es más habitual en los entornos corporativos, la tecnología de credenciales móviles es otra opción para las universidades que buscan reemplazar la tecnología de credenciales y de teclado por una solución sin contacto.

En lugar de que la persona deba portar una credencial o deslizarla por una lectora de tarjetas, con una credencial móvil el teléfono inteligente de la persona se convierte en su credencial. 

Mediante una aplicación móvil, el teléfono inteligente se comunica con el sistema de control de acceso como lo haría una credencial de control de acceso. 

Sin embargo, es menos probable que una persona comparta su teléfono inteligente con otra persona, lo que reduce los problemas relacionados con la distribución de una tarjeta de identificación o de que la institución deba reemplazar una tarjeta de identificación perdida o robada. 

Esta solución, además de ser sin contacto, permite que el acceso a los distintos espacios dentro de una universidad sea versátil ya que el administrador del sistema puede cambiar con rapidez los permisos de acceso de una persona, por ejemplo, para un estudiante que ya no está inscrito en clases o para un contratista externo que debe trabajar en el sitio durante poco tiempo. 

También puede ser una opción económica, ya que elimina los costos de compra y distribución de credenciales físicas para cada empleado, así como los costos de tener un grupo de credenciales disponibles para las visitas.  

Intercomunicaciones sin contacto

Los sistemas de intercomunicación están ayudando a que las universidades gestionen mejor el flujo de visitas, en especial en relación con la entrega de alimentos y paquetería. 

Pero estas soluciones se están incorporando cada vez más en viviendas residenciales para reforzar las medidas de seguridad.

Algunas universidades que tienen sistemas de intercomunicación pre-existentes en la entrada de los edificios han comenzado a modernizar estas soluciones a fin de incorporar un sensor que detecte de forma automática la presencia de personas y se envíe una alerta a los administradores de seguridad. 

Además, el crecimiento de la tecnología de sistemas de intercomunicación por video también ha sido de utilidad, ya que hoy en día permite que las instituciones hagan una verificación visual de las personas antes de permitir su ingreso. 

Asimismo, los funcionarios de seguridad del campus pueden usar un sistema de intercomunicación por video para confirmar que las visitas respeten los protocolos de seguridad de la institución, como por ejemplo el uso de mascarillas o de la estación de desinfección de manos antes de entrar a los edificios. 

Si bien la vigilancia ha sido el principal enfoque de las tareas de seguridad en las universidades durante los últimos años, las soluciones de control de acceso sin contacto están cobrando una importancia similar. 

Los administradores quieren implementar y adoptar soluciones que no solo respalden un entorno seguro, sino también sano. 

Es probable que estos cambios hayan llegado para quedarse, ya que las instituciones educativas planifican con anticipación para garantizar que las tecnologías de control de acceso sin contacto en las que invierten hoy sigan aportando valor en el futuro.