
- Categoría: Artículos de Control de Acceso
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Una nueva era tecnológica para el control de ingreso a centros penitenciarios en Latinoamérica
La gestión de visitantes a centros penitenciarios es una práctica que en muchos de estos planteles se limita a un registro en papel y a la retención de un documento de identidad. Al tratarse de instalaciones que requieren un alto nivel de seguridad, por el inminente riesgo de suplantación de identidad al que estos lugares están expuestos permanentemente, es clave contar con un sistema de gestión de visitas que garantice que la persona que ingresó es la misma que salió del establecimiento.
Es bien sabido que los centros penitenciarios en América Latina tienen importantes problemáticas que incluyen la seguridad en el ingreso y el movimiento del personal carcelario y los visitantes al interior de las cárceles. En este sentido, los familiares o abogados son los que más dificultades suelen encontrar en el ingreso a visitar a los reclusos, ya que en muchos casos deben someterse a largas esperas para entrar y a realizar la verificación su identidad en múltiples ocasiones, un proceso agotador para el visitante y poco eficiente para el personal de las cárceles.
Cabe indicar que en América Latina hay un número importante de establecimientos carcelarios de máxima seguridad, es así como en México se encuentran tres, en Colombia cuatro y Argentina, el país con más cárceles de este tipo, dispone de ocho de ellas; lo anterior sin contar los centros penitenciarios de mediana seguridad y los correccionales urbanos, todos ellos con grandes poblaciones de reclusos.
Esto se refleja en un número muy significativo de visitantes que obliga al personal carcelario a endurecer el control de acceso, provocando largas esperas y registros repetitivos que muchas veces se registran en un papel y que en algunos casos son firmados por el visitante, siendo esta una práctica que facilita de algún modo la suplantación de identidad.
Las cárceles de mediana y máxima seguridad son ampliamente reconocidas por las estrictas requisas y por la exigencia de dejar un documento de identificación y un registro detallado del visitante. Esta situación puede mitigarse implementando un sistema de gestión de visitas que facilite el ingreso y salida de aquellas personas que acuden recurrentemente a los penales, como abogados o familiares.
Teniendo en cuenta la naturaleza de alta seguridad de este tipo de instalaciones es fundamental que el sistema cuente con un método de identificación de doble factor de autenticación, que garantice que la persona que ingresó es la misma que va a salir y de esta manera prevenir posibles suplantaciones de identidad.
Una forma de identificar a visitantes recurrentes es a través de tarjetas inteligentes que emplean una frecuencia de 13.56 MHz y un algoritmo de encriptación que proteja la información contenida en ella.
De forma complementaria, la tecnología biométrica es una herramienta potente que facilita la identificación correcta de la persona que visita un centro penitenciario y es una herramienta que puede integrarse al sistema de gestión de visitantes. Los registros de huellas dactilares son los más usados en todo el mundo y en distintas aplicaciones para autenticar la identidad de una persona. Actualmente, la tecnología de los lectores de huellas permite capturar imágenes de las características únicas que se encuentran por debajo de la superficie de la piel, como es el caso de los lectores Lumidigm, elevando aún más la certeza de una autenticación correcta.
Esto significa que la tecnología de tarjetas inteligentes debe poseer, además del doble factor de autenticación, la memoria suficiente para almacenar plantillas biométricas del usuario. Combinando estas tecnologías como método de identificación es posible agilizar el ingreso y salida de visitantes de un centro penitenciario, toda vez que con la credencial entregada por el centro y su huella dactilar, la persona verifica su identidad inmediatamente ante el sistema y así se evita el largo proceso de registro cada vez que se ingresa y la retención de documentos de identidad, los cuales pueden extraviarse con facilidad.
Finalmente, el personal de las cárceles también puede aprovechar la tecnología de control de acceso seguro para facilitar su labor. Con las tarjetas inteligentes combinadas con la tecnología biométrica, pueden validar su identidad de forma más ágil y segura al ingresar, por ejemplo, a zonas restringidas. También pueden emplear las tarjetas en otro tipo de aplicaciones administrativas, dentro de las cuales se puede mencionar el control de horarios de turno.
Usando el sistema de gestión de visitantes, la seguridad del centro penitenciario no se verá comprometida porque en caso de pérdida de una tarjeta, el sistema permitirá bloquearla inmediatamente para que no pueda ser usada de nuevo, alertando así al personal carcelario para que realice una verificación a fondo de la identidad de quien intenta ingresar al plantel, evitando así suplantaciones.
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