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Buenas prácticas en la implementación de sistemas de intercom
Gracias a la integración de nuevas tecnologías, los sistemas de intercom permiten una comunicación bidireccional entre dos usuarios de una manera más rápida y eficiente, evitando así las interferencias y aportando a una mejor experiencia de comunicación interna para cada organización.
Para aquellos lectores que se aventuran a leer este artículo con la esperanza de conocer y entender más sobre los sistemas Intercom, comenzaremos por definirlos como sistemas conformados por dispositivos electrónicos que permiten una comunicación bidireccional entre dos usuarios. En la actualidad, los sistemas de intercomunicación han expandido su potencial gracias a la apropiación e integración de nuevas tecnologías como las comunicaciones celulares, internet, redes LAN/WAN de datos y telefonía, entre otras.
Es posible encontrar sistemas de intercomunicación en diferentes aplicaciones. Una de las más comunes en la cotidianidad son los citófonos e intercomunicadores de los edificios. Estos permiten que el visitante pueda comunicarse con el apartamento de interés sin involucrar a los demás.
Aunque los sistemas de radio permiten una comunicación bidireccional, distan de los sistemas de intercomunicación debido a su modo de operación, puesto que operan en canales fijos que no permiten privatizar conversaciones y dependen de un lenguaje de operación específico como el de radiofónico e indicaciones como “cambio” para indicar que ha finalizado el mensaje, o “cambio y fuera” para finalizar la comunicación.
Esta privacidad en las comunicaciones o entre grupos de trabajo es sumamente valorada en el mundo del broadcast y la producción en vivo, ya que permite la comunicación entre equipos de trabajo como camarógrafos, técnicos, iluminación, sonido, master y directores. Esto facilita dar instrucciones a una persona o a un equipo específico y de la misma forma comunicar mediante una misma tecla un mensaje general.
Es claro que estas comunicaciones pasan desapercibidas para el televidente, quien mira el noticiero sin percatarse del alto flujo de interacciones que se están llevando a cabo tras bambalinas, y que el periodista en pantalla puede recibir su próxima instrucción gracias al “apuntador” que tiene en su oído.
Ahora que tenemos claro uno de los escenarios más comunes para los sistemas de intercomunicación, es cuestión de analizar diferentes aplicaciones en otras verticales, las cuales podrían beneficiarse en gran medida por un sistema con estas características. Una de estas que ha tenido un aumento en su demanda y cuyos operadores han percibido los beneficios de implementarlos, son las salas de crisis y salas de gobierno. En este tipo de espacios se reúnen diferentes representantes de los equipos de trabajo involucrados para coordinar y tomar decisiones oportunas y urgentes en tiempo real. Tras estos representantes se encuentran equipos de trabajo realmente complejos que monitorean y actualizan información para dichas salas constantemente. Dado que estas salas mantienen video conferencias activas constantemente, las comunicaciones privadas de los equipos de trabajo no deben interferir con las comunicaciones principales que se pueden reproducir a través del sistema de refuerzo sonoro de la sala.
Los sistemas de intercomunicación permiten mantener estos equipos de trabajo coordinados en su operación y ofrecer a su representante o director en la mesa de crisis, información alineada y coherente en todo momento, así como dar instrucciones detalladas.
Antes de desplegar sistemas de intercomunicación, es necesario evaluar las necesidades de los equipos de trabajo. Esto implica evaluar si todos los integrantes cuentan con estaciones de trabajo fijas, o por el contrario algunos deben estar en constante movimiento. También evaluar la necesidad de estaciones o puntos de intercomunicación en los cuales se puede ubicar una estación fija para que pueda ser utilizada por uno o más miembros del equipo cuando transita por dicha zona.
Sistemas Cableados
Este tipo de sistemas utilizan una infraestructura dedicada, esto quiere decir que es necesario instalar cableado generalmente de dos-hilos apantallado o Cat-5/6. Este tipo de sistemas análogos son conocidos como sistemas Party-Line o sistemas de Dos-Hilos (Two-Wire) o 4-Hilos (Four-Wire).
Generalmente van de 1 a 4 canales de comunicación, esto significa que es posible tener desde una misma estación de usuario, comunicación con hasta 4 equipos de trabajo diferentes.
En la actualidad, las redes de datos permiten la implementación de sistemas cableados digitales, los cuales pueden utilizar infraestructura de red existente, esto facilita en gran medida su despliegue y flexibiliza la expansión del sistema a otras edificaciones o pisos aledaños mediante matrices y trunking, un término que podemos traducir básicamente como la capacidad de transmitir no sólo audio, sino también datos de control y direccionamiento de llamados como un operador de una central telefónica de antaño entre diferentes países y/o locaciones.
A pesar del aprovechamiento de la infraestructura de red existente, una buena práctica a la hora de desplegar este tipo de sistemas es utilizar subredes independientes (V-LAN’s) e incluso infraestructuras de red independiente para garantizar independencia de operación e implementar redundancia en el sistema.
Sistemas Inalámbricos
Este tipo de sistemas pueden operar en modo solitario (stand-alone) o de forma integrada a sistemas de intercomunicación cableados, brindado a los usuarios móviles, capacidad de comunicación con usuarios fijos o estaciones de trabajo.
Generalmente estos sistemas se componen de un dispositivo base que permite gestionar las comunicaciones y además sirve como interfaz para integrarse a sistemas cableados. Cuenta con dos antenas, una de transmisión y otra de recepción. Estas permiten la comunicación con y entre los dispositivos inalámbricos, generalmente conocidos en los sistemas cableados como Beltpacks, los cuales incluyen teclas para hablar, escuchar, cambio de canal y ajustes de volumen.
Estos sistemas para comunicación inalámbrica pueden basarse en diferentes tecnologías que tienen un aspecto en común, y es que todas utilizan el espectro radioeléctrico; dependiendo del espectro en el cual se ubiquen, podemos encontrar sistemas basados en VHF, UHF, WiFi, DECT y Celular (4G, 5G) entre otros. Estos últimos son una de las opciones más interesantes, pues permiten utilizar dispositivos móviles como paneles de teclas de intercomunicación y aprovechan dichas redes para establecer comunicaciones a través de internet con estaciones centrales o fijas.
Una buena práctica a la hora de seleccionar un sistema de intercomunicación inalámbrico es evaluar el espacio en el cuál se utilizará, las bandas de radio frecuencia habilitadas en el país o región, así como determinar la más adecuada para la operación en base al nivel de saturación de comunicaciones en dicha banda, tendiendo en cuenta que, entre más bajo, mejor. De igual forma, ubicar la base del sistema lo más central posible en torno al área de operación y de no ser posible, utilizar los accesorios necesarios para distribuir antenas que permitan cubrir de forma óptima el área de trabajo.
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